jueves, agosto 30, 2007

Farewell


Cuando estuve en Chile en enero de este año, la gran Sumi y mi buen amigo Cristóbal me regalaron el tarot de Rider. Una vez de vuelta en Nueva York, comencé a familiarizarme de a poco con las cartas, prinicpalmente a través de lecturas a mi misma. Era ya marzo cuando tuve un sueño que nunca supe de dónde salió. En el sueño me leía las cartas y aparecía un arcano que no existe, hasta donde yo sé, en ningún juego de tarot. Se llamaba flor de lis y el dibujo era una flor de lis con un pájaro. Yo le preguntaba a mis amigos tarotistas sobre esa carta y me decían que era una carta que la habían usado los antiguos cabalistas y que se había dejado de usar porque era muy fuerte y oscura. Ese sueño me quedo dando vueltas por mucho tiempo, no sabía cómo interpretarlo, ni que simbolizaba.
Pasaron muchos meses, pasó mi viaje, pasó el Consejo del Libro y el Libro de los Pájaros. Pasó que descubrí que no quería estar más en Nueva York, pasó que se dió la mágica posibilidad de irme a otra parte. Y eso voy a hacer. El lunes dejo NYC y me voy rumbo a París, a escribir el Libro de los Pájaros.
Luego supe que la flor de lis es uno de los símbolos más antiguos de Francia.

Entonces el sueño se hizo evidente.
Y yo me voy contenta.

A modo de despedida, subí una selección de fotos de NY al flickr, hay que hacer click en Punto de Vista, a la derecha de esta página.


lunes, agosto 20, 2007

miércoles, agosto 15, 2007

Marita, un homenaje



La foto es de la navidad del 2005. Cada navidad, ella contaba lo que había regalado justo cuando uno lo estaba abriendo. Cuando los regalos eran para ella, los abría muy cuidadosamente para guardar el papel. Lo que sigue es lo que escribí para el funeral. Es mi pequeño homenaje desde lejos.

Mi abuela fue siempre una presencia mágica para mí. Desde chica, cuando la visitábamos en su departamento de Obispo Pérez y me recibía su abrazo apretado que era como sumergirse en el océano por unos segundos, comenzaba un viaje en el tiempo. Esas visitas eran la entrada a un mundo fantástico y poético. Sentarse en el sillón de terciopelo verde que olía a historia antigua, tomar la mano de mi abuela y escucharla relatar las historias de su infancia y juventud mientras tomábamos el té y comíamos tostadas con mermeladas. Ella siempre muy bien arreglada, con sus vestidos color vino o verde botella; esos eran los colores de mi abuela. De a poco, nos ibamos sumirgiendo en el pasado, en un Chile antiguo, en las historias de los muchachos que la pretendían, de cuando uno le tocó la pierna en el cine y salió corriendo, de las fiestas en la casa de la quinta, con el piano, con los padres mirando a los jóvenes bailar. De las tías viejas y muy católicas, de los viajes, de las tardes completas en el cine. Mi abuela lloraba cada vez que recordaba a la hermana muerta al poco tiempo de haber nacido, a sus padres, a la Carmen del Pilar. Era infinitamente sensible y dulce. Tenía una picardía que la hacia encantadora para cualquiera, por eso siempre estuvo rodeada de gente que la quería. Amaba las fiestas y la vida social; amaba la vida y nunca se quizo desapegar de ella. Mi abuela era un poema de casi cien años. Y esa poesía fue un regalo. Por eso abuelita, por su presencia infinita en nuestros corazones, este poema con todo mi amor y la pena de no tenerla cerca.
Su nieta que la adora,

Carmencita
Nueva York
13 de Agosto del 2007


Requiem

Cae la nieve negra
cae con su pulso muerto
cae como un cuchillo que atraviesa la tarde.
Las campanadas huecas de la iglesia también caen
caen con su silencio de plata.

Cae el tiempo sobre los relojes de las tres de la tarde
cae el tiempo y nos paraliza
como estatuas en el jardín de los abandonados.
Porque tu nombre era el verbo
nuestra piel ha quedado fría como mármol.

A esta hora,
los pájaros se han vuelto ceniza
y caen como canción quebrada.

A esta hora,
el mar de Chile está de luto
y llora cubierto tras una sábana negra
y sus olas caen
y su espuma cae
como una sentencia en el rostro de los hijos.

Es de noche en el corazón de los bosques
y sus árboles caen
con los troncos marchitos
con las raíces secas.
Caen como piedra hueca.

Hoy, tu corazón que desconoce el tiempo
se ha vuelto lámpara de fuego
y con su estela dorada
ilumina los cielos de este mundo.

Es eso lo que brilla.

domingo, agosto 12, 2007

Marita


Hoy murió mi abuelita adorada. Estoy muy muy triste, porque se fue y porque estoy lejos ahora. La verdad es que no me salen ni las palabras. Espero más adelante poder escribir más largo sobre esta persona preciosa que fue.
Buen viaje mi querida Marita.

jueves, agosto 09, 2007

Brooklyn Nights



Volvió mi computador y con él, los acentos y las eñes y todas esas coas maravillosas del español. Ahora puedo decir que estoy un poco más instalada. Bueno, tengo computador que es como el resumen de mi vida, las fotos, la música, el trabajo, los poemas, la comunicación, etc. Mi notebook es mi pequeño hogar, lo que esta bien considerando que en los últimos meses no he estado más de diez días en el mismo sitio. Tampoco es algo que me molesta, al contrario, creo que va un poco con mi espíritu. Supongo que más adelante habrá mucho tiempo para instalarse. Como sea, me moví de Harlem (una perla recién descubierta en esta isla) y estoy en Brooklyn hace unos pocos días. Cruzar el puente hacia Brooklyn es respirar otro aire; otra energía. Me quedo en Greenpoint, un barrio polaco, con casas lindas y señoras pequeñas.

El miércoles desperté en la madrugada con un río de agua que entraba por la ventana. No es que la ventana esté cerca de la cama, pero había un viento tan fuerte que el agua llego lejos; especificamente a mi cara. Semidormida cerré la ventana que había abierto por el calor de las noches de verano y continué un extraño sueño que estaba teniendo con Jodorowsky haciendo alquimia, como si fuera un químico.

Al otro día la ciudad estaba paralizada. El subway no funcionaba hacia casi ningún lado porque se había inundado. Un tornado paso por Brooklyn!!! Algo que jamás había ocurrido antes, por lo menos desde que se tiene registro y yo en el ojo del huracán; increíble. Creo que voy a dejar un par de zapatos rojos cerca de la cama por si el tornado decide volver y llevarme a Oz. Así puedo hacer como Dorothy y golpear la punta de los zapatos diciendo "there is no place like home". Aunque quizás confundo al mago y me deja dentro del computador, jaja o derrepente "Somewhere over the Rainbow". Me gusta esa canción, sobre todo la versión de Israel Kamakawiwo'ole, donde mezcla esa canción con What a Wonderful World.
Altamente recomendable.

domingo, agosto 05, 2007

The Velvet Underground - I'm Waiting For The Man


Desde que volví a NY me quedo en Harlem, en casa de mi amiga Alessandra. Lenox con 125, almost Lexington/125, como dice la canción. Me gusta Harlem, tiene estilo. Es muy auténtico, más cálido también. Me siento bien por estos lados. Y cuando hay banda sonora mejor aún.
Pienso que NY le debe mucho a Velvet. Bueno, también a Tom Waits; ciertamente. El viernes estuvimos en una exposicion en el Whitney, de Art in the Psichodelic Era. Pink Floyd, Jefferson Airplane, los Rollings y claro, Velvet. Este video es una pequeña muestra de ese espíritu. Memorable.