viernes, abril 28, 2006

El silencio de las grandes extensiones


Seguimos a los hombres que caminan con paso apresurado. Cruzamos campos, largas extensiones de tierra. El rumor de los hombres en invierno es una selva en días de lluvia. El viudo de ojos claros es el que mejor conoce el camino. El clamor se acrecienta junto a nuestros pasos. El muchacho negro fuma un puro improvisado. El humo va en dirección contraria a la nuestra. Se pierde junto a la sombra de un árbol invisible. Nada interrumpe el silencio de la travesía. Nada, excepto el clamor de los hombres en invierno. Un lugar escondido aparece ante nosotros. Dos gallos ciegos en medio de todo. Dos gallos luchando ante la mirada expectante de los hombres. Es el fin de la pelea. Unos aplauden. Otros abandonan silenciosamente el lugar hacia los campos infinitos. El muchacho negro ofrece ron. Los hombres beben con nerviosismo. Un animal en el centro. Lleva espuelas y tiene la sangre hirviendo. Un animal que escurre sangre por las noches. Un gallo ciego que es la memoria de los caminos. El silencio de las grandes extensiones.